Lesiones de tendones
Las lesiones de tendones, como la tendinitis y los desgarros, ocurren cuando los tendones (el tejido fibroso que une los músculos con los huesos) se inflaman o dañan debido al uso excesivo, movimientos repetitivos o traumatismos. Los tipos más comunes incluyen la tendinitis aquílea, los desgarros del manguito rotador, el codo de tenista y la tendinitis rotuliana, que provocan dolor, rigidez, inflamación y debilidad, lo que puede dificultar las actividades diarias y los deportes. Sin tratamiento, estas lesiones pueden empeorar, causando dolor crónico y problemas de movilidad.
La fisioterapia es vital para la rehabilitación, centrándose en el alivio del dolor, la recuperación de la flexibilidad y el fortalecimiento de la zona. El tratamiento comienza con reposo, hielo y antiinflamatorios. A medida que progresa la recuperación, se introducen ejercicios suaves de estiramiento y fortalecimiento para mejorarla y prevenir futuras lesiones. La terapia manual, la movilización de tejidos blandos y el ultrasonido también pueden contribuir a la curación.